Cómo Sobrevivir a ‘Cibeles’ de Sergio Ramos (y No Morir de Vergüenza Ajena)
/ Sep022025Por Virginia Roldán
Lo confieso: soy de las que lloran con “Slide Away” o “Stand by Me” de Oasis, se derriten con “Fake Plastic Trees” de Radiohead y se electrifican con un solo de Led Zeppelin. De esas personas que creen que una canción puede transportarte, que un acorde puede abrirte el pecho y que una letra puede salvarte.
Y de repente… llega Sergio Ramos. Sí, el futbolista. No, no es un error de casting, es real.
Ha sacado una canción que se llama “Cibeles”.
Y ahí, amigos, me explotó el cerebro. Esto es insostenible.
Como un meteorito de mal gusto, aparece Sergio Ramos con “Cibeles”.
Y pienso: “Vale, la música ha muerto. Enterremos esto con honores”. No puedo criticar las intenciones, al final habla de su paso por el Madrid y es parte de su vida y me parece estupendo, lo que no puedo sostener es el estilo musical, que es diferente.
La dictadura del Autotune (y la bola de helado en la boca)
Porque seamos sinceros: ya no se canta, se suspira con filtro. Todo suena igual: Bad Bunny, Quevedo, Bizarrap… y ahora Sergio Ramos. Una especie de susurro arrastrado como si tuvieran una bola de helado metida en la boca mientras recitan.
Ojo, no tengo nada contra los efectos digitales, pero el autotune dejó de corregir desafinaciones para convertirse en el colador por el que pasa TODO. Si no suenas como si tuvieras la boca llena de nocilla, no estás de moda.
Es el mismo tono arrastrado de “tó er día en la disco, tó er día en la disco” .
Esa forma de cantar que te deja con la duda existencial de si tienen voz o si solo programaron un robot en GarageBand con voz de resaca perpetua.
Resultado: Aquí estamos, escuchando “Cibeles”, (yo por suerte una vez y no más), un tema que suena igual que los otros 500 de Spotify de este género pero con la diferencia de que este viene con homenaje incluido… a Sergio Ramos. A sí mismo.
Obra maestra del egocentrismo , ok.
¿Dónde está la emoción? ¿Dónde están los silencios? ¿Dónde está ese instante en que te tiemblan las manos porque una canción te atraviesa el alma? Spoiler: no está en “Cibeles”.
Pero señores, que están haciendo corta y pega de las bases en nuestras caras y lo seguimos celebrando, es inaudito!
No quiero desaprovechar este post para destacar los movimientos que acompañan estas canciones, jaja! no me sostengo en este absurdo… cruzo manitos estilo rap y ojo! que viene ahí, los típicos golpecitos en el “cora”…

Señor ayúdame a dejar de obsesionarme con estos clichés!
Ayyyyy….shhh, no digas nada babe!

La música vacía que llena playlists
Un artista te invita a un viaje. Bowie, Charly García OJO… voy a tirar a mi tierra un poco también, Jeff Buckley, Tom Yorke, Robert Plant, Liam Gallagher… cada uno con su voz, su poesía, su visión. Hoy en cambio, parece que el algoritmo dicta el sonido:
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Base de “atún con pan atún con pan” ✅
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Autotune al 200% ✅
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Letras que parecen dictadas por un bot ✅
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Y un videoclip genérico acentuando gestos de orangutanes maquillados con collares gigantes, que no falte el rosario. ✅
El resultado: canciones clonadas que duran lo que dura un scroll en TikTok. Pura música fast food: fácil de consumir, imposible de recordar. Facilmente invita a la cansinación y potaSión. Lo siento.
¿Qué tiene que ver todo esto con las chaquetas personalizadas?
Pues lo mismo que con la música: las modas van y vienen, pero el arte de verdad permanece.
Hoy “Cibeles” es tendencia. Mañana será un meme. Pero una canción de Oasis sigue poniéndote la piel de gallina después de 20 años y más..y lo hará siempre!. Igual que una chaqueta personalizada, pintada a mano, única, con alma, con historia, seguirá siendo tuya cuando los filtros pasen de moda.
Porque sí, puedes ponerle tu diseño a la chaqueta del artista más cutre del planeta. Y ese diseño seguirá teniendo más personalidad que tres discos enteros llenos de autotune.
Secreto: he hecho chaquetas de los Backstreet Boys….que son una fantasía.
Qué tal una de la Britney calva?
Moraleja
La música vacía se olvida. Las tendencias huecas caducan.
El arte real permanece.
En los acordes de Thom Yorke.
En la furia de Liam Gallagher.
En las pinceladas de pintura sobre denim.
En todo lo que haces para ser tú, aunque el algoritmo no lo entienda.
El resto, llámalo como quieras: moda pasajera, música desechable, Cibeles con autotune.
Así que sí: los gustos son los gustos y las modas son las modas.
Pero si me das a elegir entre llorar con Oasis o perrear con Sergio Ramos…
Prefiero mi chaqueta personalizada, mi vino, mi Radiohead y la certeza de que la música de verdad no muere jamás.
…en fin…un titular sería “Cibeles: El Gol que Sergio Ramos Nunca Debió Marcar”.
Os deseo terapia gratis para todos! Un abrazo!
